miércoles, 10 de septiembre de 2008

Informe de lectura Sobre: “El camino desde la estructura” Thomas Kuhn Por: Diego Andrés Suárez Arenas

A continuación hago una paráfrasis de los textos de Thomas Kuhn que hemos estudiado en el curse de Filosofía de la ciencia para dar informe de lectura de los mismos.

¿Qué son las revoluciones científicas?

El autor comienza por distinguir dos tipos de desarrollo científico basándose en su trabajo cómo filósofo de la ciencia, a saber, el normal y el revolucionario. Comúnmente es el primero el que produce resultados “exitosos”, gracias a que su naturaleza es bien descrita por una imagen muy común; dicho conocimiento es de carácter acumulativo y facilita la elaboración de una metodología gracias a que, como lo describe Kuhn está soportado por un edificio de conocimientos establecidos a los que se añaden nuevas deducciones a partir de lo que se ha dado por sentado ya, a la ciencia normal. Luego comienza a hablar del cambio científico revolucionario, el cual, primero que todo no es acumulativo, posee claves únicas en sus episodios y en el aspecto central del conocimiento científico. En el texto Kuhn intentará aislar varias de estas claves de la siguiente manera; describirá tres ejemplos de cambio revolucionario, luego discutirá tres características que tienen en común con las que dice proporcionar una buena base para el análisis teórico, de lo que se ocupará un poco al final del capítulo.

Kuhn primero describe lo que en su vocabulario define como “ejemplo”, habla de la definición de “cambio revolucionario” como aquel que se diferencia del “cambio normal-acumulativo”, característica fundamental para serlo. Esboza lo que pasa en el caso de “acumulación científica” describiendo ciertas características que se dan al momento de determinar una ley, basada en el conocimiento científico normal.

Kuhn hace un primer ejemplo corto de cambio revolucionario antes de pasar a los 3 que le ocuparan en el grueso del capitulo. Dice que estos cambios “ponen en juego descubrimientos que no pueden acomodarse dentro de los conceptos que eran habituales antes de que se hicieran dichos descubrimientos”. Estos descubrimientos o “invenciones” implican alteración en el modo de pensar y describir los fenómenos naturales. Para esbozar un ejemplo de cambio revolucionario se remite a Newton, cuya ley del movimiento se basa en conceptos que difieren de los que se conocían habitualmente. Otro ejemplo que esboza es el del pasote la astronomía ptolemaica a la copernicana, de la una a la otra hay cambios que no permiten ciertos usos en la terminología, el concepto de planeta no es el mismo para las dos, existe un cambio de referente que acompaña el cambio de ley o de teoría, por lo tanto no permite que el conocimiento sea acumulativo, no se puede pasar de lo nuevo a lo viejo mediante una simple suma a lo que ya era conocido. En el ejemplo, planeta para la teoría ptolemaica no es lo mismo que en la copernicana, el vocabulario cambia la esencia del objeto sin modificar la lógica.

Estos son ejemplos esquemáticos que nos dan un indicio de la diferencia entre revolucionario y normal. Ahora Kuhn pasa al primer ejemplo concreto de cambio revolucionario, de este y de otros dos más elaborará su discernimiento, pero para la brevedad y un buen entendimiento de la presente paráfrasis yo sólo redacto las ideas bien detalladas del primero, ya que el segundo y tercero se detienen en consideraciones que requieren de un mayor contacto con las áreas del conocimiento científico de que tratan, o por lo menos así lo considero. Creo que el primer ejemplo es suficiente para mi propósito.

EJ: “Sobre la transición de la física Aristotélica a la Newtoniana

Ha de considerarse tanto en el articulo original como en la presente paráfrasis tan solo una pequeña parte de esta transición, centrada en problemas de movimiento y mecánica, de una manera esquemática, en un orden histórico inverso, yendo de lo Newtoniano a lo Aristotélico.

Kuhn narra la experiencia que tuvo en el momento en que esperaba responder ¿Cuánta mecánica había sabido Aristóteles, y cuanto le había dejado a sus sucesores?

Descubrió en principio que al parecer Aristóteles no sabía casi nada de mecánica, lo cual le pareció una conclusión muy corriente y precipitada, además Aristóteles no parecía hasta el momento un buen físico según la evidencia, en sus escritos llenos de errores tanto de lógica como de observación. Conclusiones inverosímiles, tratándose de Aristóteles; sus estudios de física fueron tomados en serio durante muchos siglos. “Quizá sus palabras no siempre habían significado exactamente lo mismo para él y sus contemporáneos que para mí y los míos”, afirma Kuhn.

Estas sospechas resultaron estar bien fundadas. Dice el autor que ordenó “súbitamente todo cuanto tenía en mente cuando estudiaba dicha cuestión, de una manera que antes no creía posible. Ahora comprendía con qué autoridad hablaba Aristóteles para decir lo que dijo”. La primera característica general del cambio revolucionario, a partir de los ejemplos, consiste en un ordenamiento súbito de las piezas por sí mismas, apareciendo juntas de un nuevo modo. Las revoluciones científicas dejan campo para muchas correcciones y posterior “limpieza” que se hace poco a poco, ahora, el cambio fundamental no se experimenta de ese modo, este implica una transformación relativamente súbita y sin estructura, la experiencia se ordena por sí sola de una manera diferente, manifestando pautas que no eran visibles anteriormente.

Para concretar el ejemplo, Kuhn hace claridad acerca de la terminología usada por Aristóteles a diferencia de la Newtoniana. Para Aristóteles el término “movimiento” en física se refiere al “cambio en general”, el cambio de posición que es el objeto exclusivo de la mecánica para Galileo y Newton, es para Aristóteles solo una de las varias subcategorías del movimiento, como otras pueden ser, crecimiento, alteración de la intensidad y cambios mas cualitativos y generales.

Aristóteles dice que las distintas subcategorías difieren en varios aspectos, que no son del todo iguales, dice que solo lo son en sus características básicas relevantes para reconocerse o aplicarse como un tipo de cambio. Considera que todas las variedades de cambio constituyen una familia natural única.

Otro aspecto que se puede analizar desde lo puramente lógico y que difiere entre Aristóteles y Newton es acerca del papel fundamental de las “cualidades” en su estructura conceptual. En la física Aristotélica está invertida la jerarquía ontológica de materia y cualidad de la física del siglo XVII en adelante. Para Newton un cuerpo está constituido por partículas de materia, sus cualidades son consecuencia de la disposición de dichas partículas y de su movimiento e interacción. Para Aristóteles en cambio, la materia es casi prescindible, es un sustrato neutral presente en todas partes donde un cuerpo pueda estar, donde haya espacio o lugar; un cuerpo o sustancia existe en dicho sustrato neutral cuando está impregnado de cualidades y por ende puede tener identidad. La transformación de estas cualidades da lugar al movimiento, no la transformación de la materia, como en Newton.

La física de Aristóteles manifiesta muchos más aspectos, pero Kuhn se centrará en los dos anteriores para avanzar en su exposición. Teniendo en cuenta lo dicho hasta ahora sobre Aristóteles se irán atando cabos, los conceptos comienzan a prestarse apoyo mutuamente para adquirir un sentido colectivo y emerger realmente a la vez.

Se acaba de esbozar una noción de una física cualitativa. Dicha noción proporciona un elemento más para lograr la cohesión característica de las partes que se ha mencionado. Para Aristóteles el cambio de posición de la materia, o cambio de lugar, es una cualidad del objeto, como lo es el cambio de temperatura del mismo. Newton el cambio de posición lo expresa como cambio tout cort. En Aristóteles lugar es una de las cualidades de la omnipresente materia neutra. Entonces, movimiento local se entiende como cambio de cualidad, y se asimila como cualquier otro tipo de cambio. “La concepción del movimiento-como-cambio y la concepción de una física cualitativa resultan ser nociones profundamente interdependientes, casi equivalentes, y este es el primer ejemplo de ajuste o cohesión entre las partes”.

Comienza a cobrar sentido otro aspecto de la física de Aristóteles. El desarrollo de un cambio de cualidades es natural y en general se caracteriza por llegar a un “punto final del cambio” como un conjunto de cualidades que representa el estado natural del cuerpo en el cual ha de permanecer. Este movimiento se caracteriza por ser asimétrico al igual que el movimiento local. Para la doctrina Aristotélica los cuerpos realizan sus propiedades naturales. Ya encajadas varias partes de la doctrina de Aristóteles sobre física, Kuhn concluye su ejemplo hablando de la noción Aristotélica del vacuum o vacío, para dar apoyo a las anteriores tesis aisladas que parecen arbitrarias. Aristóteles afirma que el vacío es imposible; si la posición es una cualidad, y como tal no puede existir separada de la materia, entonces hay materia donde quiera que haya posición, donde un cuerpo pueda estar. Un vacío sería un espacio sin materia, un imposible.

Todos estos elementos de la doctrina Aristotélica van encontrando cohesión. Si un vacío pudiera existir, entonces el cosmos o universo Aristotélico no podría ser finito, el espacio termina donde termina la materia, mas allá no hay nada en absoluto, ni espacio ni matera. Una esfera estelar infinita causaría problemas al pensamiento geocéntrico antiguo, (en el universo infinito no hay centro, problema para cualquier cuerpo que busque su posición natural y sus cualidades) En un vacío un cuerpo no podría saber la localización de su lugar natural, por estar en contacto con todas las posiciones en el universo. La presencia de la materia es la que proporciona estructura al espacio. “Así pues, tanto la teoría de Aristóteles del movimiento local natural como la atronomía geocéntrica antigua se van amenazadas por un ataque a la doctrina de Aristóteles del vacío. No hay ningún modo de “corregir” las ideas de Aristóteles sobre el vacío sin reconstruir la mayor parte del resto de su física.

Luego de estas observaciones someras sobre el mundo fenoménico que describe la física de Aristóteles, Kuhn asume haber indicado cómo las piezas de dicha descripción encajan para formar un todo integral que con el tiempo se rompió y formó el camino hacia la mecánica Newtoniana.

Los siguientes dos ejemplos que Kuhn expone hablan de otros ejemplos de cambio revolucionario, especialmente de cambios de terminología entre dos teorías de épocas distantes. Trataré de utilizar solo este primer ejemplo de la transición de la física Aristotélica a la Newtoniana por ser seguramente más prístino en su terminología que los dos que le suceden, espero sirva para ilustrar bien las características que compartirían los tres en el documento original, las cuales paso a describir ahora

Luego de concluir su tercer ejemplo que habla específicamente de un cambio de vocabulario en teorías sucesivas, Kuhn termina su discusión exponiendo las características del cambio revolucionario que estos ponen de manifiesto (trataré de especificarlas usando solo el primer ejemplo). El las divide en tres apartados:

1. Los cambios revolucionarios son necesariamente holistas, a diferencia del cambio normal que es acumulativo.

Incluyo a continuación algunos apartes del texto en los que se mencionan características de los tres ejemplos propuestos por Kuhn para explicar este apartado:

“En el cambio normal, simplemente se revisa o añade una única generalización, permaneciendo idénticas todas las demás. En el cambio revolucionario, o bien se vive con la incoherencia o bien se revisan a un tiempo varias generalizaciones interrelacionada”

“En el caso de la física de Aristóteles no puede simplemente descubrirse que un vacío es posible o que el movimiento es un estado, no un cambio-de-estado. Una imagen integrada de varios aspectos de la naturaleza tiene que cambiarse a la vez”.

2. La segunda característica que expone Kuhn está muy relacionada con la anterior y él mismo la había tratado antes como un “cambio de significado”, en este caso se refiere a ella como un “cambio en la determinación de los referentes”, “cambio en el modo en que las palabras y frases se conectan con la naturaleza”. También la ciencia normal altera la conexión de los términos con la naturaleza, pero, “lo que caracteriza a las revoluciones no es simplemente el cambio en el modo en que se determinan los referentes, si no una clase de cambio aun mas restringida”. De esta clase restringida de cambio se ocupaba el autor en los días en que escribió el articulo, pero luego nos dice hablando en términos generales qué: “El carácter distintivo del cambio revolucionario en el lenguaje es que alteras no solo los criterios con los que los términos se conectan con la naturaleza; altera además, considerablemente, el conjunto de objetos y situaciones con los que se conectan esos términos”. “Ejemplos de movimiento que habían sido paradigmáticos para Aristóteles –de bellota a roble, y de la enfermedad a la salud- no eran movimientos en absoluto para Newton”. Esto describe un cambio en las categorías taxonómicas, que en el cambio revolucionario es necesariamente holista. Las categorías taxonómicas son el requisito previo para las descripciones y generalizaciones científicas. No solo se da un cambio en los criterios relevantes para la categorización, hay un cambio también del modo en que los objetos y situaciones dadas son distribuidos entre las categorías preexistentes.

El holismo al que se refiere Kuhn “está enraizado en la naturaleza del lenguaje, pues los criterios relevantes para la categorización son ipso facto criterios que conectan los nombres de esas categorías con el mundo. El lenguaje es una moneda de dos caras: una mira hacia fuera, al mundo, la otra hacia adentro, al reflejo del mundo en la estructura referencial del lenguaje.

3. Las yuxtaposiciones metafóricas son necesarias en una revolución científica para un lenguaje. Los tres ejemplos que expuso Kuhn implican un cambio esencial de modelo, metáfora o analogía, un cambio en la noción de la semejanza y la diferencia entre las cosas. En el ejemplo que yo he tomado como referente dicha semejanza es interior al tema, “para los aristotélicos el movimiento era un caso especial de cambio, de modo que la piedra que cae era como el roble que crece, o como la persona recobrándose de una enfermedad. Ésa es la pauta de semejanzas que hace de estos fenómenos una familia natural, que los sitúa en la misma categoría taxonómica, y que tuvo que ser sustituida en el desarrollo de la física Newtoniana”.

Los tres ejemplos que se exponen en el artículo ponen de manifiesto características interrelacionadas que son familiares a los estudios de la metáfora. Presenta yuxtaposición de objetos y situaciones y se consideran sus semejanzas, igualdades y diferencias, esto con el fin de trasmitir y mantener una taxonomía. Así se pretende crear un “espacio de características” en el que los elementos previamente yuxtapuestos están permanentemente agrupados como ejemplos de la misma cosa, simultáneamente también están separados de objetos y situaciones con los que en otras circunstancias podrían confundirse.

En el momento de una revolución científica debe contener yuxtaposiciones metafóricas que cambian, las cuales son esenciales para el aprendizaje del lenguaje científico u otro tipo de lenguaje. Cuando la presentación de ejemplos forma parte del proceso de aprendizaje de términos como “movimiento”-en este caso- lo que se adquiere es conocimiento del lenguaje y del mundo a la vez. Kuhn se refiere de la siguiente manera: “Por una parte, el estudiante aprende qué significan esos términos, qué características son relevantes para conectarlos con la naturaleza, qué cosas no pueden decirse de ellos so pena de caer en una contradicción, etc. Además el estudiante aprende qué categorías de cosas pueblan el mundo, cuales son sus características más sobresalientes, y algo acerca de la conducta que les es permitida y aquella que se les prohibe.

Kuhn retoma el ejemplo de las dos caras de la moneda, dice que el conocimiento de las palabras y el conocimiento de la naturaleza se adquieren a la vez, o al menos en la mayoría de los procesos de aprendizaje del lenguaje, no lo determina como dos clases de conocimiento, para él son “dos caras de una sola moneda que el lenguaje proporciona”.

Al final del artículo y después de hablas de este carácter bifronte del lenguaje el autor afirma: “Si tengo razón, la característica esencial de las revoluciones científicas es su alteración del conocimiento de la naturaleza intrínseco al lenguaje mismo, y por todo lo anterior a todo lo que pueda ser completamente descriptible como una descripción o una generalización, científica o de la vida diaria”. Sobre el ejemplo de Kuhn que informé del cambio en la mecánica dice: “para introducir en la ciencia el vacío o el movimiento lineal infinito se requerían informes observacionales que sólo podían formularse alterando el lenguaje con el que se describía la naturaleza. Hasta que ocurrieron esos cambios, el mismo lenguaje resistía la invención o introducción de las codiciadas teorías nuevas”. Y concluye: “La violación o distorsión de un lenguaje científico que previamente no era problemático es la piedra de toque de un cambio revolucionario”.


Conmensurabilidad, comparabilidad y comunicabilidad.

Thomas Kuhn y Paul Feyerabend habrían empleado por primera vez en “letras de molde” un término que tomaron de las matemáticas para aplicarlo entre los textos de dos teorías científicas sucesivas, a saber “Inconmensurabilidad”. Inducidos por los problemas que ambos tuvieron en la interpretación de dichos textos científicos. Kuhn afirma al comienzo de su artículo “Cada uno de nosotros estaba fundamentalmente preocupado por mostrar que los significados de los términos y conceptos científicos –por ejemplo y - cambiaban frecuentemente con la teoría en la que aparecían. Y ambos afirmábamos que cuando ocurría esta tipo de cambio era imposible definir todos los términos de una teoría en el vocabulario de otra. Cada uno de nosotros materializaba esta última afirmación en comentarios acerca de la inconmensurabilidad de las teorías científicas”. Esto fue en 1962.

Afirma Kuhn que desde entonces los problemas sobre la variación del significado se han discutido ampliamente pero nadie lo ha hecho desde la perspectiva que lo hacen él y Feyerabend. Ese descuido se debe en parte al papel desempeñado por la metáfora y la intuición en sus formulaciones iniciales. No se ha hecho hasta ahora una discusión seria sobre inconmensurabilidad. Este concepto como lo había elabrado hasta ahora Kuhn fue constantemente criticado y rechazado por Hilary Putman, quien reelabora muy bien dos líneas de crítica ya existentes en la literatura filosófica para la inconmensurabilidad. El artículo comienza con una breve formulación de estas. Las transcribo literalmente: Primera: “Si dos teorías son inconmensurables deben ser formuladas en lenguajes mutuamente intraducibles”... siendo así …“Si no hay modo en que las dos puedan formularse en un único lenguaje, entonces no pueden compararse, y ningún argumento basado en la evidencia puede ser relevante para elegir entre ellas”. Esto presupone una comparación en puntos compartidos que los defensores de la inconmensurabilidad parecen negar… “Por consiguiente su discurso es necesariamente incoherente”.

Segunda: Gente como Kuhn nos dice que es imposible traducir teorías antiguas a un lenguaje moderno. Pero luego ellos hacen precisamente eso, reconstruir las teorías de Aristóteles, Newton, o Lavoisier, o de Maxwell sin separarse del lenguaje que ellos y nosotros hablamos todos los días. En estas circunstancias, ¿qué pueden querer decir cuando hablan de inconmensurabilidad?

En el artículo Kuhn se ocupará específicamente de esta segunda línea de crítica, hablando necesariamente también de la primera, pues no son independientes. Eliminará el malentendido pero quedará un “residuo” del que se ocupará al final del artículo.

A continuación expongo el trabajo de elaboración conceptual de Kuhn en mis palabras y tratando de guardar fidelidad con el original.

Inconmensurabilidad local

Kuhn comienza por describir el origen del término “inconmensurabilidad” y su significado, expone dos ejemplos matemáticos con uso en la geometría y concluye: Inconmensurabilidad = No hay medida común. Esto no quiere decir que una comparación sea imposible. Dos magnitudes inconmensurables pueden llegar a ser aproximadas en el grado que sea requerido, en la antigüedad las técnicas geométricas se aplicaban sin cambios a los dos elementos entre los que se buscaba una comparación. La inconmensurabilidad en la ciencia funciona de una manera metafórica, no se habla de una “medida común” sino de un “lenguaje común”, “Afirmar que dos teorías son inconmensurables significa afirmar que no hay ningún lenguaje, neutral o de cualquier otro tipo, al que ambas teorías, concebidas como conjuntos de enunciados, puedan traducirse sin resto de pérdida”. Metafórica o literalmente “inconmensurabilidad” no significa “incomparabilidad”. La mayoría de los términos de una teoría a otra se conservan, los problemas surgen de un subgrupo de términos y enunciados que los contienen y a su vez los interdefinen. En realidad es u problema realmente modesto el de la inconmensurabilidad.

Esta versión modesta Kuhn la define originalmente como “Inconmensurabilidad local”, la inconmensurabilidad aplicada al lenguaje. Si esta versión npuede sostenerse entonces la primera línea de crítica de Putman debe fracasar. Los términos que se preservan le proporcionan a Kuhn una base suficiente para hacer comparaciones y explorar significados.

La siguiente consideración expresa que todavía no está claro que la inconmensurabilidad pueda ser local, pues es difícil de explicar que haya unos términos que cambian de significado y otros que no. Entonces nos dice que los significados son productos históricos que cambian según las demandas, lo cual hasta ahora es poco plausible. Este problema decide dejarlo para más adelante, la “invariancia del significado” la considera una dificultad real inquiriendo que no suministra una solución al problema de la inconmensurabilidad. “Resultará que no es el mejor encabezamiento para una discusión sobre inconmensurabilidad.

Ahora retorna a su versión “local” para resolver específicamente la segunda línea de crítica.

Traducción frente a interpretación

Comienza haciendo una pregunta sobre los términos de una teoría antigua que resultan ser vacuos en una más reciente ¿Cómo pueden los investigadores y demás analistas tener tanto éxito al reconstruir o interpretar esa teoría más antigua, incluyendo el uso y función de aquellos mismos términos? Historiadores y antropólogos dicen que es posible, premisa que adopta Kuhn como justificada por su satisfacción ilimitada. Correctos o no, Kuhn piensa que son supuestos fundamentales en las críticas a la inconmensurabilidad. Sus tres críticos –Davidson, Kitcher y Putman- describen dichos resultados como “traducción” o “esquemas de traducción” y tal efecto lo dan como incompatible con la inconmensurabilidad local. Afirma Kuhn: Al intentar ahora mostrar donde estriba la dificultad de sus argumentos, paso ahora a lo que son las preocupaciones fundamentales de esta artículo”.

El argumento que acaba de platear Kuhn depende esencialmente de una ecuación entre y , cuya pista sigue sólo hasta la obra de Quine Palabra y Objeto, la cual piensa que está equivocada, pues en la filosofía reciente se sabe que estos son dos conceptos diferentes. La traducción contiene un componente interpretativo, una traducción real encierra dos procesos distinguibles de los que la filosofía analítica actual solo se ha ocupado de uno y lo confunde con el otro. Kuhn evita esta acostumbrada confusión distinguiendo dos procesos en el siguiente orden, primero “traducción”, y segundo “interpretación”. En fin, reconoce dos procesos, tal argumento no depende de la preservación del término “traducción” para el primer proceso. Para nuestros propósitos se puede afirmar que, una traducción la hace alguien que sabe dos idiomas, este produce un texto equivalente sustituyendo palabras y secuencias de palabras con el propósito de contar más o menos la misma historia, con las mismas ideas y situaciones. Kuhn deja “texto equivalente” por especificar, al igual que “igualdad de significado” e “igualdad de referente”

>: Primero distingue dos características de su noción de “traducción”: a)Hay una lengua más antigua, que ya existía y de la que no se ha hecho traducción, la cual no ha de cambiar en sus significados, sólo aumenta el número de referentes para algunos términos sin cambiar el modo en que esos referentes se determinan en su historia. B) Una traducción consiste en reemplazar palabras y frases originales por otras palabras y frases, las glosas y prefacios no forman parte de una traducción perfecta, si se requiere de estas hay que preguntarse por qué. Estas dos son características idealistas que son tomadas del manual de traducción Quineano, su naturaleza y función.

: Empresa requerida por la historia, la antropología y otras disciplinas. Es posible que quien “interpreta” sólo domine una lengua, así se encuentra frente a sonidos y gráficos ininteligibles. De este modo para Kuhn el “traductor radical” de Quine lo que realiza es una interpretación. <> caracteriza un ejemplo de un término ininteligible. “Observando la conducta y las circunstancias que rodean la producción del texto, y suponiendo durante todo el proceso que se puede extraer un sentido de la conducta aparentemente lingüística, la persona que interpreta busca ese sentido, se esfuerza por inventar hipótesis que hagan inteligible la preferencia o inscripción, como por ejemplo que <> significa <>”. Con éxito la persona habrá aprendido una nueva lengua o una más antigua, con el término <>. Aprender una nueva lengua no es lo mismo que hacer una traducción a la propia, el éxito de lo primero no implica el de lo segundo.

Quine confunde “interpretación” con “traducción”, lo cual según lo anterior caracteriza un error. Para interpretar la preferencia <> el antropólogo Quineano no necesita provenir de una comunidad familiarizada con conejos. Puede aprender la palabra desde el referente=criatura, como aprendió su propia lengua. En lugar de traducir, aprende a reconocer un animal empleando el término indígena.

Esta alternativa no ha excluido la traducción. El intérprete no puede introducir el término a su propia lengua pues la estaría alterando, esto no es traducir. Puede intentar describir en su propia lengua los referentes del término (características de la criatura). Una traducción exitosa ha de adecuar el término con estas criaturas, y sólo con estas, que provocan su preferencia. La descripción de sus características en la segunda lengua son su traducción, <> es la forma de abreviarla. De este modo no se presentan problemas de inconmensurabilidad.

En otras circunstancias en que no exista una descripción en la segunda lengua para el referente, al aprender a reconocer <> el intérprete puede haber aprendido las características distinguibles pero desconocidas para las personas de su lengua, la cual no les proporciona una terminología descriptiva adecuada; los indígenas pueden estructurar de otro modo el mundo animal, usando discriminaciones distintas como referente. De este modo<> sería un término irreducible a la segunda lengua, y para quienes la hablan al mencionar <> lo hacen por que aprendieron a usar la palabra y en ese momento están hablando la lengua indígena. Kuhn afirma: “Estas son las circunstancias para las que yo reservaría el término Inconmensurabilidad”.

Determinación de la referencia frente a traducción

Según la tesis de Kuhn los historiadores de la ciencia encuentran este tipo de circunstancias a menudo pero no siempre las reconocen. Philip Kitcher critica la teoría de la inconmensurabilidad con un punto considerable para Kuhn; es acerca de los referentes y la forma en que estos se usan para interpretar, de una teoría antigua, los términos que pueden resultar inconmensurables, según la teoría de Kuhn, en un lenguaje moderno.

Para Kuhn, Kitcher tiene razón en lo que dice acerca de los referentes que proporciona una teoría antigua. Estos se pueden identificar haciendo uso del lenguaje científico moderno, en la medida de que los términos ó expresiones antiguas posean un referente. A continuación transcribo el ejemplo que usa el autor en su artículo para explicar el punto: “Cuando se lee un texto de Priestley y se piensa desde un punto de vista moderno los experimentos que describe, se ve que se refiere algunas veces al mismo oxígeno y otras a un atmósfera enriquecida con oxígeno. es normalmente aire del que se ha eliminado el oxígeno. La expresión < a es más rico en flogisto que b> tiene el mismo referente que < a tiene mayor afinidad con el oxígeno que b>. En algunos contextos, por ejemplo en la expresión el término no tiene referente en absoluto, pero hay otros contextos en los que se refiere al hidrógeno”. Los historiadores sin duda usan el lenguaje moderno para identificar referentes en los textos científicos antiguos, como en el ejemplo de <>, en el que hay una determinación de la referencia para entender las expresiones problemáticas un supuesto texto. La terminología moderna permite explicar las áreas en las que fueron exitosas las viejas teorías y por qué lo fueron. La equivocación de Kitcher, según Kuhn, es que él describe el proceso de determinación de la referencia como una traducción, dándole punto final a la discusión sobre inconmensurabilidad.

El autor propone pensar como ejemplo en una traducción usando las técnicas de Kitcher; entonces, los términos que tienen que ver con en este caso quedarían en blanco por no tener referente, posibilidad que se puede pensar como un fracaso de traducción. Si sólo se pueden traducir los términos con referente, una obra de ficción, por ejemplo, no se podría traducir, lo mismo pasaría con la obra científica antigua. Estos son textos que nos informan acerca de lo que creían los científicos antiguos, sin importar su valor de verdad, locuaz debe quedar claro en una buena traducción. Kitcher puede seguir su estrategia basado en el contexto que desarrolle con los términos que tienen referente, lo cual se presta para confusiones, tanto con los términos que tienen referente como los que no. La utilización de un término sin referente y sus derivados es propia del texto original. La sustitución de términos y expresiones relacionados, por otras/os que no lo están, o no muy bien, generan incoherencias que no contiene el original. Es decir, “al examinar una traducción examinada siguiendo el método propuesto por Kitcher con frecuencia sería imposible entender por qué esos enunciados figuraban yuxtapuestos en un solo texto”.

Para dejar clara la cuestión, Kuhn elabora un epítome sobre la teoría del flogisto tratando de conservar una terminología de la química del siglo XVIII, lo transcribo:

“Todos los cuerpos químicos están compuestos de elementos y principios químicos. Los principios dotan a los elementos de propiedades especiales. Entre los elementos están las tierras y los aires, y entre los principios el flogisto. Un conjunto de tierras, por ejemplo carbono y azufre, son especialmente ricas en flogisto en su estado normal y dejan un residuo ácido cuando se les priva de él. Otro conjunto, los residuos de la calcinación o minerales, son normalmente pobres en flogisto, pero cuando se impregnan de él se convierten en brillantes, dúctiles y buenos conductores de calor –o sea metálicos-. Durante la combustión y otros procesos relacionados, la calcinación y la respiración, tiene lugar una transferencia de flogisto al aire. El aire cuyo contenido flogístico (aire flogistizado) se ha incrementado de esta manera tiene reducida su elasticidad y su capacidad para mantener la vida. El aire del que se ha eliminado parte de su contenido flogístico (aire desflogistizado) mantiene la vida de forma espacialmente vigorosa”.

El ejemplo contiene enunciados de la “química del flogisto”, enunciados y palabras de textos del siglo XVIII y XX funcionando igual. Otros como los derivados de se pueden reemplazar por frases en que la única palabra extraña a la química moderna sería . Muchos de estos términos, incluido , han desaparecido; otros como han perdido su significación química; otros como permanecen casi iguales en la química del siglo XX. El término antes se aprendía a la par con los otros, al igual que los referentes de los otros términos y los criterios para identificarlos, estos se han visto alterados drástica y sistemáticamente; por ejemplo para el siglo XVIII funcionaba igual que los dos términos actuales y .

Tengan referente o no estos términos no se pueden eliminar de una traducción de la química del siglo XVIII. “Deben servir, por lo menos, como variables para los conjuntos interrelacionados de propiedades que permiten la identificación de los referentes comúnmente aceptados de estos términos. Para que un texto que expone la teoría del flogisto sea coherente, debe considerar la sustancia liberada en la combustión como un principio químico, el mismo que hace que el aire sea irrespirable y que además deje un residuo ácido cuando se lo elimina de un material apropiado”. Estos términos fuera de no ser eliminables, parece que tampoco se pueden reemplazar por conjuntos de frases modernas. Este es el siguiente caso a tratar en el artículo. El epítome elaborado por Kuhn conteniendo tales términos no puede entonces considerarse una traducción en el sentido de la filosofía reciente.

El historiador como intérprete y maestro del lenguaje

¿Se puede o es correcto afirmar que >flogisto> (S XVIII) no es un término traducible? Ya se han descrito varias formas en lenguaje moderno para darle a este un referente, “por ejemplo, el flogisto se libera en la combustión, reduce la elasticidad del aire y sus propiedades para mantener la vida, etc.” Podrían construirse frases así para hacer una traducción de , pero Kuhn no lo considera así. Las frases que describen contendrían términos intraducibles como y . Estos y constituyen un conjunto interrelacionado que debe aprenderse a la vez como un todo para poder describir fenómenos naturales. “Sólo después de que estos términos se hayan aprendido de esta manera se puede reconocer la química del siglo XVIII por lo que fue: una disciplina que no solo difería de su sucesora del siglo XX en lo que tenía que decir sobre sustancias y procesos individuales, sino también en la forma en que estructuraba y parcelaba gran parte del mundo químico”.

Otro pequeño ejemplo que se expone en el texto tiene que ver con la mecánica Newtoniana. Al aprender sobre esta, los términos y deben aprenderse a la vez y la debe tener un papel en este aprendizaje. No se puede aprender y y luego descubrir empíricamente que = x (a=aceleración). Tampoco en otro orden. Los tres deben aprenderse a la vez como una forma global de hacer mecánica. Este punto suele ser ocultado por las formulaciones. “Al formalizar la mecánica se puede seleccionar el término o como primitivo y luego introducir el otro como definido”. La formalización no nos indica con precisión sobre la conexión de términos primitivos y definidos con la naturaleza y la física real. Por ejemplo, los términos y no se pueden implementar si no dentro de la segunda ley, por ello no son traducibles en el lenguaje de Aristóteles ni en el de Einstein. Cada una de estas tres formas de hacer mecánica contiene un lenguaje único, interrelacionado localmente, deben aprenderse simultáneamente y aplicarse a la naturaleza como un todo. No se pueden transmitir conceptos individuales de estas mediante una traducción.

¿Cómo comunica un historiador sus resultados o enseñanzas acerca de la teoría del flogisto?, ¿qué ocurre con sus enunciados? La respuesta de Kuhn es, según el tipo de auditorio. El más relevante para él sería un auditorio que no supiera nada del . En este caso, el historiador describe el mundo del siglo XVIII y simultáneamente enseña el lenguaje de la química de este siglo. La mayoría de las palabras empleadas conservan su uso. Para los términos intraducibles que el historiador debe enseñar debe inventar o descubrir significados que los hagan inteligibles en los textos. La interpretación sirve para descubrir el uso de estos últimos, esto ha sido discutido ampliamente bajo el título de “Hermenéutica”. “Una vez el proceso ha terminado y las palabras se han aprendido, el historiador las usa en su trabajo y las enseña a otras personas. La cuestión de la traducción simplemente no se plantea.

Así sugiere Kuhn que se procede frente a un auditorio no iniciado en una teoría. El auditorio interpreta la forma en que se les enseña y en que se lee los textos. Las personas que ya conocen las teorías no encuentran en los textos más que meras traducciones, olvidan como sabían algo de las mencionadas teorías. El lenguaje aprendido se solapa con el materno.

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