miércoles, 10 de septiembre de 2008

INFORME DE LECTURA: POR: Diego Andrés Suárez Arenas “La Falsación y la metodología en los programas de investigación científica” Imre Lakatos

El texto comienza con su INTRODUCCIÓN: Ciencia y Pseudociencia. En esta Lakatos comienza a exponer el funcionamiento de la metodología de sus programas de investigación teniendo en cuenta los fallos de las teorías “probabilística”, la de las ”revoluciones científicas” de Kuhn ,la cual lo remite a la historiografía, y el “falsacionismo” de Popper, el cual es tenido en cuenta por Lakatos como “versión ingenua” por no acomodarse a los procedimientos científicos reales.
Lakatos propone una comprensión de la ciencia que puede solucionar el problema del criterio de la demarcación teniendo en cuenta aspectos que pasaron por alto Thomas Kuhn y Karl Popper.
Según Lakatos el problema de la demarcación, es decir, la distinción entre lo que es ciencia y lo que no lo es, es de vital importancia tanto social como políticamente, no sólo se trata de encontrar conocimiento genuino ó “respetable”. Los acontecimientos históricos nos ofrecen un panorama de las consecuencias que puede tener el convencimiento o el adoctrinamiento de una teoría científica en el ámbito político, social y religioso. Que una cantidad suficiente de personas estén convencidas de la veracidad de una teoría no constituye un criterio de demarcación; grandes masas de personas han estado convencidas de teorías absurdas. Un alto grado de convencimiento como “criterio de demarcación” tampoco le conviene a un científico, “ningún grado de convencimiento” como afirma Lakatos. Un verdadero hombre de ciencia no debe profesar fe ciega a una teoría, esto no es característico de su labor. Resulta que una teoría científica puede tener gran valor científico aunque nadie la comprenda o la “crea”; el valor cognoscitivo de una teoría científica no depende de estados de la mente humana como son las creencias, la convicción y las comprensiones; este solo es equiparable al valor objetivo que le prestan los hechos.
Lakatos pretende redefinir en este artículo el término “razonamiento experimental”, afirma que la confrontación de una teoría con los hechos es condición fundamental como apoyo para la ciencia, pero que no es la única.
En 1973 ya era posible demostrar que una “ley de la naturaleza” no se podía demostrar a partir de un número finito de hechos.
El criterio de honestidad científica ha variado con el pasar del tiempo desde la aparición de la ciencia en el siglo XVII, cuando los científicos presentaban los hechos a la sociedad cómo criterio de comprobación de una conjetura científica, o teológica en el caso de la ciencia primitiva. Esto tal vez explica por qué todavía hay científicos que proceden sólo bajo tal medida, probando todo hasta más allá de cualquier duda, aunque la ilustración haya entendido que no existe una teología científica ni conocimiento teológico.
Con el correr del siglo XX ya se habría hundido la respetada teoría Newtoniana, lo cual hizo que muchos científicos se dieran cuenta que sus criterios de honestidad eran utópicos, ya que las leyes de Newton no era las leyes últimas de Dios como afirmaban algunos.
¿Qué distingue entonces a la ciencia de la Pseudociencia si todas las teorías científicas son igualmente incapaces de ser probadas?
Los “lógicos inductivos” propusieron el probabilismo matemático, según el cual una teoría puede ser aceptada por su mayor probabilidad matemática frente a las otras según la evidencia total obtenida; esto ofrece una perspectiva respetable pero que no establece una demarcación definida si no escalada. Karl Popper en 1934 demostró que la probabilidad matemática de cualquier teoría basada en la evidencia era cero, propone un nuevo criterio de demarcación independiente de los hechos; según él “una teoría es científica si podemos especificar por adelantado un experimento crucial (o una observación) que pueda falsarla, y es pseudocientífica si nos negamos a especificar tal <>”. Lakatos afirma que es realmente difícil que un científico abandone el convencimiento sobre su propia teoría por simples “anomalías experimentales” y es mucho más difícil que encuentre una refutación a su propia conjetura, por tanto no considera este sea todavía un buen criterio de demarcación.
Según el filósofo americano Thomas Kuhn una revolución científica tiene lugar cuando se propicia un cambio de convicciones científicas, algo que Lakatos califica como “irracional” y lo compara con una conversión religiosa. Kuhn no tiene en cuenta el hecho de que sin distinguir “ciencia” y “Pseudociencia” no se puede establecer un criterio de demarcación como base para medir el avance o retroceso científico.
Imre Lakatos ha defendido su “metodología de los programas de investigación científica” que según él soluciona algunos de los problemas que no tuvieron en cuenta Popper y Kuhn. Considera que la unidad descriptiva de una teoría exitosa es un “programa de investigación”. Dichos programas deben contener una heurística o “maquinaria poderosa” para resolver problemas y asimilar las anomalías. Para Lakatos todos los programas por buenos que sean contienen problemas no solucionados y anomalías no asimiladas, por ello todas las teorías nacen refutadas y mueren refutadas. Cómo distinguir entonces una buena teoría de una que no lo es, es decir, un programa científico progresivo. “todos los programas de investigación que admiro tienen una característica común. Todos ellos predicen hechos nuevos”. Según Lakatos los programas progresivos son los que nos conducen a hechos nuevos hasta ahora desconocidos. Los programas regresivos acomodan sus teorías a los hechos ya conocidos. Las falsaciones (en el sentido de Popper) y las verificaciones triviales no son las que definen el éxito de una teoría, lo que importa son las predicciones “dramáticas, inesperadas, grandiosas”, una o pocas de estas bastan para decidir un desenlace. Un programa de investigación regresivo o pobre es el que se retrasa con relación a los hechos, como el marxismo, que tan solo brinda “explicaciones” de los hechos a posteriori.
Lakatos deduce en esta introducción que las teorías de Popper y Kuhn son mitos. El refutacionismo de Popper es interpretado por Lakatos desde el punto de vista de la “crítica constructiva” para el beneficio de un programa de investigación. Argumenta que un programa puede tardare décadas en despegar del suelo. También dice que “no hay refutaciones sin una teoría mejor”. Dice que “Kuhn se equivoca al pensar que las revoluciones científicas son un cambio repentino e irracional de punto de vista”… “Lo que sucede normalmente es que los programas de investigación progresivos sustituyen a los regresivos”. Lakatos explica así las “revoluciones científicas” de Kuhn: “si tenemos dos programas de investigación rivales y uno de ellos progresa, mientras que el otro degenera, los científicos tienden a alinearse con el programa progresivo”. También considera que un programa regresivo se podría convertir en progresivo, por medio del deduccionísmo.














Lakatos procede a estructurar su postulado sobre “LA FALSACIÓN Y LA METODOLOGÍA DE LOS PROGRAMAS DE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA” en el siguiente orden de ideas:
1. La ciencia: razón o religión
2. Falibilísmo versus falsacionismo

a) El falsacionismo dogmático (o naturalista). La base empírica
b) El falsacionismo metodológico. La <>
c) Falsacionismo metodológico ingenuo versus sofisticado. Cambios progresivos y regresivos de las problemáticas

3. Una metodología de los programas de investigación científica

a) La heurística negativa: el <> del programa
b) La heurística positiva: la construcción del <> y la autono,ía relativa de la ciencia teórica
A continuación intentaré hacer un breve informe sobre el desarrollo que hace Lakatos de dichos temas:

1. La ciencia: Razón o religión

Para el ser humano la palabra “conocimiento” se refiere a los acaecimientos que pueden ser probados. Hace más de dos mil años que fue puesto en duda el poder probatorio del intelecto y los sentidos. Con la teoría física de Newton y los hallazgos de Einstein aumentó la confusión. Actualmente muy pocos filósofos o científicos consideran la ciencia como conocimiento probado. Con esto se derrumba la estructura clásica de valores intelectuales, la cual ha de ser reemplazada.
Según Lakatos lo más importante que hizo Popper fue comprende las implicaciones del colapso de la teoría de Newton, además de proponer audacia en las conjeturas y austeridad en las refutaciones, y una honestidad intelectual que no se centra en probar las proposiciones propias a como dé lugar, sino, especificando en qué condiciones abandonar tal posición. Pero Lakatos decide ser implacable al eliminar los errores y no simplemente evitarlos.
Kuhn piensa que la ciencia no crece en virtud de las “verdades” eternas acumuladas, inspirado también en la destrucción de la mecánica newtoniana realizada por Einstein. Habla de “revoluciones científicas”. Para Popper la ciencia es “revolución permanente”. Para Kuhn las revoluciones son excepciones extracientíficas, el “progreso” y la “ciencia normal” comienzan en la transición de la crítica al compromiso. El interés de Lakatos se centra en el retroceder al irracionalismo que según él propone Kuhn, al reconocer el fracaso del justificacionísmo y del falsacionísmo, queriendo explicar el progreso científico.
Para Popper el cambio científico es reconstruible racionalmente bajo el dominio de la “lógica de la investigación”. En cambio para Kuhn el cambio científico de un paradigma es una conversión mística en el terreno de la “psicología (social) de la investigación”, una especie de cambio religioso.
Las implicaciones del conflicto Popper Kuhn son serias, afectan tanto a las ciencias sociales como en los valores intelectuales fundamentales, la filosofía moral y la política. No se trata solo de un conflicto de orden teórico. Lakatos critica a Kuhn por buscar una verdad social basada en el poder que se le brinda a una teoría (tal como sucede en el ámbito político).
Lakatos pretende demostrar algo en este artículo:
Que hay dos puntos de vista que confluyen en la lógica de la investigación de Popper, uno es el falsacionismo metodológico ingenuo (así lo denomina Lakatos), criticado correctamente por Kuhn, lo cual pretende reforzar; además pretende dar a conocer una versión sofisticada del falsacionismo Popperiano que Kuhn no ha comprendido, y por medio de esta sustentar también las revoluciones científicas como verdadero progreso científico.

2. Falibilísmo versus falsacionísmo
En su texto el autor presenta cuatro teorías que están en conflicto, a saber: 1)el justificacionismo (Intelectualistas clásicos ‘racionalistas’ y empiristas), 2)el convencionalismo Duhemiano (simplicistas), 3)el falsacionísmo metodológico Popperiano y 3) El falsacionísmo sofisticado (su propia versión). Para resolver este conflicto lo primero que hace es describir la situación de la filosofía de la ciencia tras el hundimiento del <>, que entendía por conocimiento científico a las “proposiciones probadas”, pero no que se pusieron de acuerdo con los axiomas cuya verdad se puede probar por medios extralógicos:
Deducciones estrictamente lógicas sirven para inferir verdad, es decir transmitir una verdad, mas no para probarla, o sea establecerla. Los intelectualistas clásicos comprobaban cualquier proposición científica por medios extralógicos como intuición intelectual, revelación, experiencia. Los empiristas clásicos aceptaron como axiomas un conjunto reducido de “proposiciones fácticas” para expresar “hechos sólidos”; tal experiencia constituía la base empírica de la ciencia. La “lógica inductiva” más poderosa que la “deductiva” de los intelectualistas clásicos sirvió para probar las teorías científicas mediante una reducida base empírica. Lakatos dice que “Todos los justificacionistas, fueran intelectualistas o empiristas, estaban de acuerdo en que un enunciado singular que exprese ‘un hecho sólido’ puede refutar una teoría universal, pero pocos de ellos entendían que una conjunción finita de proposiciones fácticas puede ser suficiente para probar ‘inductivamente’ una teoría universal”.El esceptisísmo afirmaba que no podía haber conocimiento probado ni de ninguna clase. Así se abre la puerta al irracionalismo, el misticismo y la superstición. Pero para los justificacionistas la honestidad científica exigía que no se afirmara nada carente de pruebas. Fueron derrotados y se llegó a que “ninguna teoría es susceptible de ser probada”. El probabilismo fue importante por no necesitar pruebas concretas para obtener conocimiento científico, ellos entendieron que todas las teorías son imposibles de probar, establecieron un “rango de probabilidad” según la evidencia empírica y usando el cálculo de probabilidades. La honestidad científica consistiría entonces en expresar teorías muy probables y especificar para cada una la evidencia y la probabilidad de esta a la luz de la experiencia.
Fue Popper quien mejor contribuyó a demostrar que no se puede sustituir demostración por probabilidad, argumentando que en condiciones muy generales la probabilidad de cualquier teoría era cero. Las teorías son igualmente improbables que indemostrables.
Muchos filósofos consideran que así se arroja por la borda todo lo que era considerado conocimiento científico y hasta el conocimiento común. Así describe Lakatos el contexto en el que se debían evaluar las teorías luego del falsacionismo popperiano, algunos lo consideraban como una “retirada del pensamiento racional”, pero afirma que a su vez esto constituye un avance, procede a dar luces sobre el asunto de la siguiente manera.
a) El falsacionísmo dogmático (o naturalista). La base empírica.
Se trata según Lakatos de la variedad más débil del falsacionismo; este admite la falibilidad de todas las teorías científicas pero retiene una clase de base empírica infalible. “Es estrictamente empirista sin ser inductivista; niega que la cereza de la base empírica pueda ser transmitida a las teorías”. También dice que la contraevidencia empírica es el único punto de referencia para una teoría científica. Para el falsacionismo dogmático la ciencia no puede probar, pero sí puede refutar por medio de una base empírica de hechos. Así funciona su criterio de honestidad intelectual, considerando que una posición es científica si posee un “falsador potencial”. En el falasacionismo dogmático el teórico es quien propone y el experimentador, con arreglo a los hechos que le ofrece la naturaleza, es quien dispone, del modo que estos sean interpretables para el hombre. Según Lakatos fue Brathwaite quien sucitó el problema de la objetividad de la ciencia: “¿En qué medida, por tanto, debe considerarse a un sistema científico deductivo como una creación libre de la mente humana y en qué medida como una exposición objetiva de los hechos naturales?”. Él mismo responde que: El hombre se inventa un sistema científico y la naturaleza le dirá si es verdadero o falso, es un artificio humano que según los hechos observables es refutable o no.
En esto consiste el crecimiento de la ciencia según el falsacionismo dogmático, en la reiterada y sucesiva eliminación de teorías. Lakatos hace una lista de descubrimientos científicos importantes relacionándolos con el falsacionismo y su noción de “progreso científico” especulativa, deduce que el modo del falsacionismo dogmático es insostenible por descansar sobre dos supuestos falsos y posee un criterio de demarcación restringido entre ciencia y no-ciencia. El primer supuesto falso es que “existe una frontera natural, psicológica, entre las proposiciones teóricas y especulativas… y las proposiciones fácticas u observables”. Al segundo supuesto falso Lakatos lo denomina “doctrina de la prueba observacional o experimental”, esta dice que si “una proposición satisface el criterio psicológico de ser fáctico u observacional, entonces es cierta; se puede decir que ha sido probada por los hechos”. El criterio de demarcación del falsacionismo dogmático es que “una teoría es científica si se tiene una base empírica”. Lakatos discute sobre estos supuestos cotejándolos con la psicología, que testimonia contra el primer supuesto; la lógica, que lo hace contra el segundo supuesto, y la opinión metodológica, que está en contra de tal criterio de demarcación.
Para el primer supuesto dice que “todas las variedades de las teorías del conocimiento justificacionistas que reconocen a los sentidos como (la)fuente del conocimiento se ven obligadas a incorporar una ”, también dice que estas especifican un estado de la mente ”recta, normal, sana, meticulosa, sin prejuicios, científica” .Según Lakatos “no hay ni puede haber sensaciones no impregnadas de expectativas y por ello no hay demarcación natural (psicológica) entre las proposiciones observacionales y teóricas”. Para el segundo supuesto Lakatos insiste en que por medio de la lógica no podemos probar ni refutar las teorías, “ninguna proposición fáctica puede ser probada mediante experimentos”, de ello no depende su valor de verdad, “Las proposiciones solo pueden ser derivadas de otras proposiciones”. En cuanto al criterio de demarcación Lakatos dice que “el falsacionismo dogmático sería incapaz de las que suelen considerarse como teorías científicas”, ya que estas no prohíben ningún acontecimiento posible. Después de enumerar ejemplos y casos reales concluye de la siguiente manera: “No solo son las teorías científicas igualmente incapaces de ser probadas e igualmente improbables, sino que también son igualmente irrefutables”. Si se reconoce que todas las proposiciones de la ciencia son falibles, colapsan todas las formas de justificacionismo dogmático como razonables científicamente.

*INCONCLUSO

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